El MINNA inaugura primer “Espacio Seguro Adolescente” en el Bo. San Francisco.

Esta mañana se llevó a cabo la inauguración del primer “Espacio Seguro Adolescente”, exclusivo para esa población, que forma parte de la respuesta institucional del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, en el marco del Proyecto: «Propuesta de trabajo con adolescentes, desde la gestión de riesgos en el Barrio San Francisco”. El acto contó con la presencia de la ministra del MINNA, Teresa Martínez; Felipe Salomón, ministro-secretario ejecutivo de la Secretaría de la Juventud; Rocío Galiano, representante nacional de UNFPA; Eduardo Escobar Said, viceministro de Protección Integral de Derechos; Walter Gutiérrez, viceministro de Planificación, Programas y Proyectos y Bernarda Casco, directora de Gestión y Reducción de Riesgos.

El objetivo es trabajar en el enfoque de la gestión y reducción de riesgos, de casos de violencia basada en género, en el contexto de COVID-19 y a su vez articular acciones con otras instituciones del Estado y la sociedad civil que brindan asistencia en el lugar.

La ministra Teresa Martínez, manifestó que, “es muy grato poder inaugurar un centro del cual los adolescentes puedan apropiarse y lo hagan su espacio. Desde que llegamos al gobierno, vimos que están invisibilizados, necesitan un espacio que sientan que es suyo y más en este barrio, donde hay una población tan numerosa de adolescentes. Queremos trabajar con ellos para que puedan utilizar toda la infraestructura que hay disponible acá; también vamos a articular con otros organismos para poder activar todo lo que los adolescentes puedan realizar como actividades propias”.

El Bo. San Francisco de Zeballos Cué cuanta con una población de casi 2000 habitantes; la ministra continuó diciendo, “entre la población de San Francisco que ya son casi 2000, hay casi un 50% de adolescentes, que no tienen ningún tipo de actividad; entonces lo que quisimos es construir un espacio seguro, libre de violencia, en el cual, por esta pandemia, irán trabajando por grupos, para realizar las actividades, que irán desde actividades lúdicas, actividades recreativas, artísticas y también actividades que tengan que ver con la dimensión del sentido de pertenencia, ya que ninguno de ellos proviene de aquí, sino que fueron viniendo de otros barrios, de otros lugares del país, y necesitamos que tengan ese sentido de pertenencia para que esto pueda desarrollarse y progresar, y por sobre todo, que permanezcan en su espacio. Queremos sacar ese estigma que pesa sobre muchos, que es la adicción o la delincuencia, que no es otra cosa, justamente porque no tienen oportunidades y espacios donde desarrollarse.

En este sentido la Secretaría de la Juventud aporta toda la parte de conectividad a internet, para que ellos también tengan la oportunidad de acceder a cursos virtuales y/o apoyar el proceso escolar”.
 
Felipe Salomón, ministro-secretario de la Secretaría Nacional de la Juventud, expresó que, “estamos muy contentos de poder ser parte de este proyecto, y seguiremos apoyando los diferentes proyectos que el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, tenga en otros municipios, para llevar las herramientas y materiales, para trabajar sobre políticas públicas que puedan beneficiar a más adolescentes y jóvenes”.

La metodología de trabajo se basa en las actividades de participación comunitaria y ciudadana, basadas en los intereses de la adolescencia y focalizando en la promoción cultural y recreativa.

El proyecto se encuentra financiado parcialmente por el Fondo de Población de las Naciones Unidas – UNFPA, en el Bo. San Francisco de Zeballos Cué, Asunción. La representante país de UNFPA, Rocío Galiano dijo que, “para nosotros es un honor poder acompañar este proyecto de revitalizar y revigorizar este espacio, especialmente para los adolescentes que es una población que muchas veces queda en el medio entre la niñez y los jóvenes, pero que tiene sin embargo necesidades específicas que ser atendidas, teniendo en cuenta también que el volumen de esa población en este barrio (que está privilegiado en cuanto a la dotación de infraestructura edilicia, urbana etcétera) que sin el trabajo comunitario, es muy difícil que ellos, incluso puedan aprovechar todas las oportunidades que hoy tienen aquí. Para nosotros es muy importante poder contribuir a la articulación entre dos instituciones del estado y con todas las organizaciones de la comunidad también, a través del trabajo que está realizando la Dirección de Gestión y Reducción de Riesgos del MINNA, en ese sentido, es realmente un compromiso y además nos alienta a seguir poniendo todo nuestro esfuerzo”.

Para concluir, la directora de Gestión y Reducción de Riesgos del MINNA, Bernarda Casco, quien tiene a su cargo el proyecto, explicó acerca de los objetivos y alcance del nuevo Espacio Seguro Adolescente, “está es la respuesta institucional a varias iniciativas que se hicieron desde que se instaló el barrio San Francisco en el año 2017, y que hoy lo podemos concretar gracias al apoyo de la Secretaría de la Juventud y UNFPA, además de la confianza de las autoridades del MINNA. El Bo. San Francisco tiene casi un 50% de habitantes menores de 18 años, entonces estamos hablando de una población bastante importante y este centro pretende ser un espacio de referencia, tanto para la cultura, el arte, así como para aprender oficios que sean de interés para los jóvenes, porque también es una necesidad que pudimos relevar de ellos mismos, para tener una rápida salida laboral que les permita hacer microemprendimientos y les permita colaborar con sus familias y con su comunidad. Por otra parte queremos trabajar en la construcción de la identidad del Barrio y que eso les permita apropiarse de sus espacios públicos, porque en sí el barrio es muy lindo y creemos que podemos contribuir desde el MINNA para eso. También trabajaremos en la prevención de la violencia y fomentar la participación construyendo una agenda comunitaria”.
 
Entre las actividades propuestas, se pretende la habilitación de una biblioteca comunitaria con sala de lectura, biblioteca digital con acceso a internet. En el mismo, funcionaría un Centro cultural adolescente, que se vincule con la gestión de riesgos en torno al medio ambiente; también la apertura de un Centro de arte, para estimular el desarrollo y habilidades de las y los adolescentes.